Lamentablemente, la intimidación es algo que los niños con necesidades especiales están demasiado
familiarizados. Puede darse como apodos, ser excluido, molestado todo el tiempo o empujado físicamente. Los estudios demuestran que tienen dos o tres veces más probabilidades de ser intimidados que los niños neuro-típicos. Los efectos pueden ser graves y duraderos. Los niños con autismo son más vulnerables porque les es difícil hablar o defenderse por sí mismos. Está en los padres, maestros y cuidadores, asegurarse de tener estrategias para protegerlos. Los siguientes son consejos que pueden ayudar:

  • Esté atento. Si un niño comienza a comportarse de manera diferente, a aislarse, a portarse mal, a no estar interesado en hacer las cosas que normalmente le gustan, eso podría ser una señal de que hay un problema.
  • En el caso de un niño que es verbal, trate de identificar el problema hablando y escuchando. Eso requiere de más serenidad y paciencia. Enfatícele que él está “reportando” y no “quejándose” y que es importante que lo reporte. Mantenga sus preguntas simples y concretas. Conserve la calma, para no aumentar el estrés. Dígale al niño que los adultos deben protegerlo y que todos trabajarán juntos para que eso suceda. Asegúrese de que el niño sepa que no es culpa de él.
  • Verifique que todos entiendan qué es el autismo. Eso significa todas las personas que interactúan con el niño, desde conductores de autobuses hasta supervisores de recreo. Las sesiones de capacitación especial para el personal sobre cómo manejar y reconocer el acoso escolar son extremadamente útiles. También puede ayudar que los compañeros tengan la oportunidad de aprender sobre el autismo y hacer preguntas. Si es posible, hágase voluntario en la clase o programa para saber lo que está sucediendo. Ayude a crear conciencia, con eso logrará mucho.
  • Dependiendo del niño, usted podría darle algunas estrategias sencillas como decir en voz alta “¡Eso no está bien!”, pedir la ayuda de un adulto cercano o tener un “amigo” en el salón (o varios). La mayoría de los compañeros, cuando se les da la oportunidad, quieren ser parte de la solución.
  • No ignore el problema. No desaparecerá por sí solo, y necesita atenderlo lo más pronto posible. Consiga la ayuda del personal, de profesionales, de otros padres y niños. Genere ideas. Mientras más personas se unan a la estrategia, es más probable que funcione.
  • La estrategia debe también incluir brindarle ayuda al agresor. La agresión ocurre cuando hay antecedentes. ¿Qué está causando que ese niño actúe de esa manera?
  • Incluso después de solucionar el problema continúe supervisando y trabajando en colaboración para que eso no le suceda a nadie.

Etiquetas relacionadas: