Escuchar
Déjeles saber que usted realmente los escucha. Cuando un niño esté listo para hablar, pare de hacer lo que esté haciendo, siéntese, mírelo a los ojos y escuche bien lo que dice. Trate de visualizar el sentimiento detrás de las palabras.

Tener esperanza
Invite a sus niños a trazar el contorno de sus manos. En cada dedo pueden escribir o dibujar algo que ellos esperan hacer con anhelo o usted puede escribirlo por ellos. Empiecen por algo pequeño: escuchar el croar de las ranas en la primavera, empezar un nuevo grado escolar, aprender a manejar la bicicleta.

Reír
Comiencen el club de la risa. Asígnele la responsabilidad a un niño por día para que diga un cuento gracioso, un chiste o hacer caritas graciosas que los demás puedan imitar.

Hablar
Si los niños necesitan ayuda para hablar de sus sentimientos, utilice marcadores y platos de cartón para hacer “caritas de sentimientos” como triste, enojado, preocupado, feliz. Las caritas pueden servir para iniciar una conversación. Pregunte, ¿Cuándo te has sentido de esa manera?

Relacionar
Ayude a los niños a recordar al ser querido que falleció. Anímelos a pensar en las cualidades que compartían con el padre que murió, como “Tengo la sonrisa de mi papi. Mami cantaba muy bien, así como yo”.

Llorar
Dígale a los niños que llorar es normal y que las personas mayores también lloran. Podría decirles, Estoy pensando en papá y lloro porque lo extraño. Pero me siento bien para cuidar de ustedes.

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