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Es un camino: los primeros pasos

Comprender que el cuidado es mejor darlo paso a paso puede ayudarlos a todos a enfrentar los desafíos “con calma”.

Abrazar el papel de ser cuidador de un militar no siempre es fácil. Grandes sentimientos como la incertidumbre y hasta la tristeza van y vienen. Algunos días serán difíciles, pero el cuidado, especialmente cuando toda la familia está “unida en el cuidado”, puede ser muy gratificante. Comprender que el trabajo del cuidador se realiza paso a paso puede ayudarlos a todos a enfrentar los desafíos “con calma”. Consideren estas ideas mientras analizan cómo podría ser el camino como cuidador.

La tristeza es parte del proceso

Trabajar juntos como familia puede ayudarlos a sobreponerse para superar cualquier desafío. Pero primero, es importante que todos tengan espacio para llorar y sentir las muchas emociones que acompañan los grandes cambios en la vida. Aunque su ser querido está con ustedes, es posible que experimenten sentimientos de pérdida como, pérdida de independencia, control, rol familiar o del futuro que se había imaginado.

Cada miembro de la familia siente la tristeza de manera diferente y a ritmo diferente. El dolor puede desaparecer brevemente, regresar y luego desaparecer nuevamente. Cuando se enfrenten a oleadas de dolor, adopten un mantra. Por ejemplo: “Vamos a estar bien. Seguimos siendo una familia. Vamos a recuperarnos”.

Mi tristeza es como el océano,

y hoy yo soy la playa.

Ola tras ola cae sobre mí;

cada ola cambia mi forma.

Cada golpe de agua me renueva.

Enfrentarlo sin rodeos

Los desafíos del cuidador deben enfrentarse sin rodeos. Si ustedes o su ser querido tienen problemas para buscar o aceptar ayuda, recuerden que pedir ayuda a menudo es necesario y siempre es un paso valiente. Ustedes no son los únicos que están pasando por esto. Muchos lo han hecho antes. Pueden aprender de ellos. Muchos seguirán. Ustedes pueden ayudarlos. Y muchos están al lado de ustedes ahora mismo. Pueden apoyarse en ellos cuando la situación sea difícil.

  • Busquen ayuda profesional. La depresión, la lesión cerebral traumática (TBI) y el trastorno de estrés postraumático (PTSD, por sus siglas en inglés) entre otros, requieren de una atención especial que solo los profesionales pueden brindar.
  • Tomen nota. Dependiendo de las lesiones del ser querido, es posible que ustedes deban aprender a realizar procedimientos médicos relativamente complejos. Ustedes son parte de un equipo de salud y su cercanía con su ser querido es de gran valor. Ustedes pueden ayudar informando a los médicos lo que saben, tomar notas durante las citas médicas y comunicar lo que saben o notan a los proveedores de la salud.
  • Pidan ayuda. Unirse a un grupo de servicios de apoyo en las redes sociales puede abrirles caminos a nuevas amistades y recursos.

Aquí y ahora

Ser cuidador puede ser una labor temporal, pero también puede durar mucho tiempo. Cuando se tiene que volver a aprender las habilidades que se habían dominado antes, es fácil tener fijación en lo que se hizo en el pasado. También es común preocuparse por el futuro y por los cambios que se avecinan. Pero como cuidadores de un veterano, abrazar el presente los puede ayudar. Después de todo, los momentos actuales y las acciones diarias se suman a la historia de su familia.

  • Estén presentes. Estar presente puede ser tan simple como notar su propia respiración. Pongan sus pensamientos en quienes son hoy con ejercicios de respiración profunda.
  • Recuerden las cosas que puedo hacer. Concéntrese en las cosas que puede hacer ahora haciendo una lista. Incluya logros cotidianos como levantarse de la cama, ducharse y vestirse. Salir a caminar también puede ser un gran paso adelante para usted y su familia. Hacer estas cosas es útil tanto para usted como para sus niños.
  • Practiquen la gratitud. Agrupe todas las “Cosas que puedo hacer” para evaluar cómo ha cambiado su jornada y para apreciar qué tan lejos han llegado. Quizás le sorprendan las cosas que usted y su familia pueden lograr.

Al final del día, cada familia tiene necesidades diferentes y usted conoce mejor las suyas. Haga una “nueva normalidad” que funcione bien para su familia. Si pueden, abracen también la incertidumbre. Cuando nos embarcamos en un viaje, es imposible saber todo lo que enfrentaremos. Pero los desvíos a menudo hacen que los viajes sean interesantes. Además, cada curva y esquina en el camino los ayuda, como familia, a ser más fuertes emocionalmente, inteligentes y bondadosos.

Referencias:

https://articles.extension.org/pages/70325/helping-military-family-caregivers-part-ii:-recognizing-their-challenges#.Uv57kmJdXbM

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