La gran idea: Puede ser mucho más fácil iniciar una conversación con un niño retraído cuando él mismo la comienza sin palabras. Entonces, el niño puede comenzar a hablar de su historia.
¡Dibújalo!
A veces simplemente no hay palabras, y ahí es donde entra el arte. El arte también es una buena manera de comenzar a hablar de nuestras historias. Comparta estas actividades abiertas de dibujo y pídales a los niños que le cuenten sobre lo que han dibujado. Hay tres “lienzos” diferentes para elegir, y para cada lienzo puede utilizar estos iniciadores de conversación:
- Dibuja lo que siente tu corazón: Háblame de lo que has dibujado.
- Imagínalo: Dibuja algo importante en tu vida. Háblame de lo que has dibujado.
- La canasta de los sentimientos: Dibuja diferentes sentimientos y ponlos en la canasta. ¿Cuándo has sentido esos sentimientos?
- Una cara que conozco: Dibuja a una persona importante en tu vida. Cuéntame algo sobre quién has dibujado. ¿Te gustaría hablar de la historia o del recuerdo que tienes de esa persona?
- El diario de mi vida: Haz la portada de tu diario. Puedes dibujar sentimientos y recuerdos. Imprímelo y pégalo en la portada de un cuaderno.