El hogar es mucho más que un lugar, es una sensación de amor, seguridad y unión. Esta sensación de un hogar le acompaña a usted a donde vaya. Incluso cosas que parecen ser sencillas, como tener la misma funda de almohada cada noche, o colgar un ambientador de aire en la sala, pueden hacer una gran diferencia.

Los niños pueden contar y esperar con ansias las rutinas cotidianas, y usted las puede integrar en muchos momentos diferentes a lo largo del día.

En la mañana:

  • Intenten hacer juntos los mismos ejercicios de estirarse y respiración en el momento de despertar a los niños. Estírense, tocándose los dedos de los pies, luego respiren hondo tres veces.
  • Puede agregar un “mantra” diario, tal como “Soy querido”, “Soy fuerte”, “Creo en mí” o “Esto cambiará” y así establecer el ánimo para el día.

A la hora de dormir:

  • Intenten acurrucarse y cantar la misma canción de cuna cada noche.
  • ¡Respiren hondo! Pongan las manos en la barriga y respiren hondo tres veces, inhalando y exhalando, sintiendo la barriga subir y bajar. Ponga un peluche en la barriga de su niño para que lo “haga dormir” mientras respira hondo.
  • Tome la mano de su niño mientras se duerme.
  • Observen la forma de la luna o cuenten las estrellas antes de acostarse.