1. Miren juntos el video y, luego, pida a los niños que muestren dónde está su corazón. Explique que no necesitan un estetoscopio para sentir los latidos de su corazón. Si se quedan quietos y presionan suavemente su mano sobre el pecho, ¡los sentirán!
  2. Luego, dígales que jueguen a acelerar sus latidos dando unos saltos de tijera. Diga lo mismo que dice el Conde: “Moverse te hace bien y hace que tu corazón sea saludable”.
  3. Explique que también es importante que el cuerpo descanse para que el corazón se desacelere. Anime a los niños a respirar hondo (respiración de barriga) y pídales que se fijen en cómo cambian los latidos del corazón. Sugiérales que se acuesten sobre el suelo y que se concentren en su respiración. Cuando inhalen, cuente lentamente en voz alta (“1, 2, 3”) y al exhalar (“3, 2, 1”). Hágales notar cómo se hacen más lentos los latidos del corazón y explíqueles que respirar profundo es una gran manera de calmar el cuerpo y el corazón.