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Comunicación respetuosa

Una comunicación clara entre los padres y los cuidadores infantiles ayuda a que los niños tengan éxito.

Las buenas conversaciones producen buena colaboración. Cuando se establecen buenas rutinas para la conversación al principio de la relación entre padres y cuidadores infantiles, se facilitan las conversaciones más difíciles que puedan surgir más adelante.

Cuando los niños observan a los adultos en conversaciones cálidas y respetuosas, ¡aprenden a tenerlas, también!


Una comunicación positiva empieza con la habilidad para escuchar

Saber escuchar es la base de una buena comunicación. Les ayuda a obtener información útil sobre los niños y las familias. Además, al escuchar, se ve que valoran y respetan lo que los demás tienen que decir.

Para escuchar bien, asegúrense de:

  • Asumir intenciones positivas. Todos quieren lo mejor para los niños que cuidan. Incluso si están en desacuerdo sobre lo que están diciendo, no se olviden de que están de acuerdo en por qué lo están hablando:  ayudar a los niños a prosperar.
  • Escuchar activamente. Presten atención a lo que se dice. Afirmen con la cabeza, comenten “Entiendo” y manténganse concentrados en la conversación.
  • Prestar atención a las palabras y a los sentimientos. No deben escuchar tan solo las palabras del padre/madre o del cuidador infantil, sino también deben prestar atención a cómo lo está diciendo.
  • Permitir que la otra persona termine de hablar. No apuren a la otra persona. Incluso cuando un padre/una madre o cuidador infantil parece haber terminado de hablar, es posible que quiera decir algo más.
  • Revisar para asegurarse de haber entendido. Antes de ofrecer sus ideas u opiniones, asegúrense de haber entendido bien lo que han escuchado. Resuman lo que el padre/la madre o el cuidador infantil ha dicho usando frases como: “Lo que entiendo que has dicho es…” o “He comprendido bien que se está sintiendo…”
  • Aprender a hacer preguntas abiertas. Para profundizar más, hagan preguntas que no se pueden responder con un simple “sí” o “no”. Intenten hacer preguntas tales como: “Dígame más sobre…” o “¿Qué opina que significa cuando…”

Cómo ustedes se comunican

Cada conversación que tengan con padres o cuidadores infantiles es una oportunidad para reforzar la colaboración. La manera en que ustedes hablan y lo que ustedes dicen ayudará a reforzar la colaboración.

Para comunicarse bien, asegúrense de:

  • Ser abiertos y honestos: Los padres y los cuidadores infantiles quieren saber lo que ustedes pueden decir acerca de sus niños. Entreguen información precisa sobre las cosas que han observado en forma directa.
  • Fijarse y compartir las cosas positivas: Siempre hay cosas positivas que se pueden decir acerca de un niño, y es útil para los padres y para los cuidadores infantiles saber lo que va bien durante el día.
  • Hacer una pausa antes de hablar. Sean claros con sus palabras. Piensen tanto en lo que van a decir igual que en cómo lo van a decir antes de hablar.
  • Pedir comentarios de los padres. Los padres y los cuidadores infantiles tienen un conocimiento profundo de los niños, así que es importante saber sus ideas. Esto es importante especialmente cuando están comentando los desafíos porque se verá que están todos en el mismo equipo. Pueden preguntar: “¿Se ha fijado en su comportamiento en casa? ¿Qué estrategias le han servido?”
  • Conversar sobre sus preocupaciones cuando surjan: Los padres y los cuidadores infantiles quieren trabajar con ustedes. Fíjense en los asuntos de menor importancia ahora, antes de que se conviertan en temas mayores.

No hay una sola manera para comunicarse

Hay muchas maneras en que puedan comunicarse. Las personas tienen diferentes grados de confianza, y las diferentes culturas pueden tener una variedad de costumbres cuando se trata de la comunicación.

Para respetar las diferencias, asegúrense de:

  • Seguir a los padres y los cuidadores infantiles. Si una persona parece sentirse incómoda constantemente con la manera en que ustedes se comunican con ella, intenten otra manera. Siempre tienen la opción de preguntarle a una persona cómo prefiere que se comuniquen con ella.
  • Prestar atención al lenguaje corporal. La cultura de una persona puede llevar ciertas reglas y expectativas relacionadas al contacto visual, el tocarse, los roles de género, los saludos, la manera de dirigirse y más. Presten atención a cómo los padres y los cuidadores infantiles se comportan y respeten la manera en que se les acercan.
  • Tomar en serio las preocupaciones, incluso cuando no las comparten o no las entienden. Los padres y los cuidadores pueden expresar sus pensamientos y preocupaciones de manera que tengan sentido para ustedes. Incluso cuando estén en desacuerdo, asegúrense de tratar estos sentimientos con respeto y empatía.

Usen todas las herramientas disponibles para comunicarse. Usen correo electrónico, mensajes de texto y llamadas telefónicas. En el caso de algunos padres, puede ser necesario fijar reuniones formales. En el caso de otros, pueden tener chequeos rápidos diarios o informes por escrito.

Finalmente, conversen sobre la comunicación. Pregunten a los padres y a los cuidadores infantiles si están recibiendo toda la información que requieren, y qué se puede hacer, de ser necesario, para mejorar la comunicación general.