La gran idea: La alimentación saludable no necesariamente tiene que ser cara.
Comer sano por menos

Siga estos consejos:
- Elija fuentes de proteínas de bajo costo. Habichuelas, guisantes y lentejas, todos secos; pescados en lata; huevos y mantequilla de cacahuates son fuentes de proteína saludables y baratas.
- Compre frutas y vegetales que estén de temporada. La mayoría de las frutas y vegetales se pueden conseguir durante todo el año, pero algunos cuestan menos cuando están de temporada. Por ejemplo, al final del verano el precio de los tomates baja; en el otoño, las manzanas están de temporada. Pregúntele a la persona que atiende en la tienda o consulte en línea.
- Vaya a los mercados de los granjeros (farmers markets). En esos mercados se puede conseguir frutas y vegetales de temporada vendidos directamente por los granjeros; muchos aceptan tarjetas SNAP o cupones de alimentos WIC (consulte en la caseta de informaciones del mercado).
- Compre en cantidades a granel. Puede ahorrar dinero al comprar cantidades grandes o aprovisionando artículos en saldo. Por ejemplo, la avena a granel es mucho más barata que la avena instantánea y se cocina casi tan rápidamente.
- Infórmese para estar al tanto. Pregunte en las tiendas cuándo publican los panfletos semanales que anuncian los productos que se venden en rebaja. O pregunte a los empleados o gerentes de la tienda cuándo tendrán ofertas.
- Revise el precio por unidad. La mayoría de las tiendas imprimen el precio por libra o por unidad en letra pequeña debajo del precio del artículo, escrito en letras grandes. Compare las marcas de productos para verificar cuál opción saludable ofrece el mejor precio.
- Siga un plan de comidas semanales. Preparen juntos en familia un plan de comidas para la semana y traten de usar ingredientes para más de una comida. Por ejemplo, un pollo entero a la parrilla o rostizado puede alcanzar para un par de comidas.