Lamentablemente, el acoso es algo que los niños con necesidades especiales conocen demasiado bien. Los estudios indican que estos niños son objeto de la intimidación dos a tres veces más que otros niños. Es la responsabilidad de los padres, maestros y cuidadores asegurarse de tener estrategias listas para protegerlos. A continuación hay algunos consejos para ayudarlos:

  • Manténgase atentos. Si un niño empieza a comportarse de manera diferente, actuando mal o con rabietas, o si deja de interesarse en las actividades que normalmente le gustan, esto podría ser señal de un problema.
  • En el caso de un niño comunicativo, intente determinar cuál es el problema conversando con él y escuchándolo. Esto requiere darle un sentido de seguridad y paciencia. Dígale al niño que está reportando la conducta agresiva y no chismeando, y que es importante hacerlo. Asegúrese de que él sepa que no tiene la culpa. Dígale al niño que es responsabilidad de los adultos mantenerlo seguro y que todos van a colaborar para que esto suceda.
  • Dependiendo del niño, se le pueden ofrecer estrategias sencillas, tales como sugerirle que diga en voz alta “Esto no es correcto”, que solicite ayuda de un adulto que esté cerca o asignarle un “amigo especial de la clase”. Cuando le damos la oportunidad a los niños de ayudar, la mayoría querrán ser parte de la solución.
  • Solicite la ayuda del personal, profesionales, otros padres y niños. Intercambien ideas. Mientras más personas asuman esta estrategia, más probable será que funcione.
  • Compartan la historia de las aventuras de Julia en el campamento y piensen en maneras en que cada uno pueda ser un súper amigo. Lea el cuento otra vez. Pídales a los niños que busquen imágenes que muestran cómo las personas se apoyan o se ayudan. Pregúnteles: “¿Cuáles son las maneras en que ayudas a los amigos y a los compañeros?”.