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Alertas… listos… ¡reinicien!

Cuando tenemos grandes sentimientos, debemos descansar para calmarnos y volver a comenzar.

Estar en espacios reducidos mientras se lidia con el estrés de la vida diaria puede quitara veces la diversión de pasar tiempo juntos. Es comprensible que los niños y los adultos se sientan molestos o frustrados de vez en cuando. Cuando surgen los grandes sentimientos, es importante encontrar formas para serenarse y juntos seguir adelante. Repase las siguientes ideas con su familia. Pueden hablar sobre estrategias que a todos les agraden y luego hacer un “plan de positividad” al que atenerse cuando alguien en la familia tenga grandes sentimientos. 

Un momento “para mí”

Es generalmente una buena idea hablar sobre nuestros grandes sentimientos. Algunas veces, una de las cosas más útiles que podemos hacer antes de hablar sobre nuestros sentimientos (como cuando nos sentimos molestos, frustrados o decepcionados), es tomarnos un “momento para mí”. Al igual que el descanso auto impuesto, tomar un “momento para mí” es cuando decidimos alejarnos de una situación estresante o incómoda para serenarnos antes de volver a estar con los demás. Un “momento para mí” puede ser una idea especialmente buena si usted cree que sus grandes sentimientos pueden llevarlo a decir o hacer algo inapropiado. En una situación como esa, tomarse un momento para “recomponerse” es una elección respetuosa. Les permite a los demás saber que usted los ama y que se preocupa por su relación con ellos.

Para indicar que usted necesita un “momento para mí”, podría decir “Necesito un momento para respirar profundamente. Tengo grandes sentimientos. Me sentiré mejor en unos minutos”. Puede usar otras señales como:

  • colocar un papel de color en una puerta (piense en el semáforo luz roja, luz verde),
  • usar un reloj y cuando suene la alarma todos sabrán que usted está lista a unirse a ellos,
  • designar un espacio especial en su casa como un dormitorio, una silla o un rincón tranquilo.

Asegúrese de hablar sobre las expectativas con su familia. Si alguien necesita un “momento para mí”, ¿cómo pueden los otros miembros de la familia respetar esa necesidad? Un comportamientos respetuoso de los demás puede ser estar callados, no hablar con esa persona por un rato, también tomarse un “momento para mí”, y otras formas. Decidan juntos lo que hará la familia.

Actividades para sentirnos bien

El objetivo de un “momento para mí” es calmarnos para volver a relacionarnos con la familia. Después de alejarse, ya sea física o mentalmente, intenten hacer una de estas actividades para sentirse bien y restablecer sus emociones:

  • Respirar profundo. Un primer paso comprobado y efectivo es la respiración profunda porque aumenta el oxígeno y mejora la circulación. Eso nos ayuda a rápidamente sentirnos físicamente más serenos.
  • Nombrar el sentimiento. Los grandes sentimientos muchas veces son difíciles de identificar, pero saber reconocerlos nos da claridad para seguir adelante. Ayude a los pequeños a nombrar sus grandes sentimientos manteniendo un banco de palabras de sentimientos con dibujos en el lugar donde toman sus “momentos para mí”.
  • Mover el cuerpo. Estirarse, bailar, saltar o correr ayudan a liberar la energía de los grandes sentimientos.
  • Escribir o dibujar. Llevar un diario (un diario de arte) o simplemente anotar algunos pensamientos ayuda a reconocer y a expresar los sentimientos e incluso nos ayuda a observar patrones interesantes.
  • Escuchar música. Ponga música relajante o sonidos de la naturaleza para aliviar los grandes sentimientos.

Lea este imprimible para generar más ideas de actividades positivas que puedan hacer en los “momento para mí” o en cualquier otro momento en que el estado de ánimo necesite un estímulo positivo.

Reconectar y reparar

Para terminar, después de alejarse y hacer algo para calmarse, tome medidas para reconectarse con la familia, y si es necesario reparar cualquier “daño” causado. Si una actividad se interrumpe porque usted o su niño tienen grandes sentimientos, siempre regrese la atención a esa actividad y termínenla con una nota positiva. Diga algo más que “lo siento”. Hable sobre lo que pasó y diga: “¿Podemos terminar ahora lo que estábamos haciendo?”.

Considere otras formas de reconectarse y reparar, como expresar afirmaciones positivas o realizar una actividad que le guste a la familia. Recuerde, aunque a veces necesitamos un momento para estar apartados, al final estamos mejor juntos. ¡Claro que sí!